martes, 17 de julio de 2012

ERES COMO UNA ESPINITA... y esa espinita la logré sacar. #vaportiNacho

Hace menos de un año empecé a escribir este blog, y todo ello motivado por el abandono en la IDM del 2011, durante este año ha habido de todo, buenos momentos, momentos no tan buenos y decepciones... todos y cada uno de estos instantes los he intentado plasmar dentro de estas cuatro líneas y de la libertad que me da el poder escribir sin que nadie me pida explicaciones de porque una cosa o la otra, pero han sido estas dos semanas (junto con los 21 días de "Las ovejas de Mica"), las que realmente me han llenado a la hora de escribir.

La entrada de hoy tiene una parte emocional y una meramente narrativa, no sé cual me saldrá mejor, pero lo que si tengo claro es que voy a poner el mismo empeño y dedicación que a la hora de afrontar un entreno o carrera y, después de esta parrafada vamos al tema...


Hace un año y ahora... 365 días separan estas dos fotografías, hace exactamente un año, con una preparación pobre y precaria (hecha por mi) y que antes me había servido para correr unas cuantas medias, incluso tres maratones, me presenté en el desierto de Los Monegros con más miedo que ganas de correr la carrera, y como escribí en su momento, me faltaron ganas, experiencia, preparación y lo más importante SABER SUFRIR... Como me dijo una corredora el sábado por la mañana: "tu cara refleja este año que vienes a correr esta carrera, no como el año pasado", y que razón tenía.

Igual que el año pasado me alojé en el mismo hotel de Fraga, donde volví a coincidir entre otros con Miguel Capó (ganador de la edición de este año y GANADOR de la del año pasado) y no, no se me ha vuelto a pegar nada, aunque me quedo con una frase que me dijo el día de la carrera "enguany no he de badar"... luego seguiremos con este tema, y como cada noche antes de una carrera, comprobé que tenía todo el material, la comida obligatoria que debíamos llevar, frontal, luz trasera, navaja, brújula,... y después de cerciorar que todo estaba en orden, a hacer la mochila y a intentar descansar un rato.


Y aquí empiezan los primeros agradecimientos, gracias Jose por las pantorrilleras, que aunque no las usé el saber que las llevaba me dio la tranquilidad de poder forzar un poco más el gemelo, y gracias por todos los consejos en cuanto a la compra de material deportivo, siempre has acertado con todo lo que me has recomendado.

Y después de no pegar ojo, para variar, y de dar una y mil vueltas a la carrera, de volver a repasar el como, cuando y cuanto debía comer e hidratarme (GRACIAS Dani por uno de los muchos consejos que me estás dando)... por la cabeza sólo rondaba una cosa, y era lo que me había llevado las últimas semanas a entrenarme si cabe con más fuerza, este año no quería abandonar, la carrera tenía un único destinatario y no podía fallarle, y aunque la gente me decía que daba igual si acababa o no, yo quería dedicarle la entrada en meta... #vaportiNacho... 

Y llegó el día de la carrera, levantarme pronto, desayuno, paseo, ducha, y hacia el campamento a recoger el dorsal, material, roadbock,... y a pasar lo peores momentos antes de una competición, la tensa espera... Ya esperando notaba una sensación distinta al año pasado, no hacía tanto calor y el cierzo empezaba a soplar con fuerza, además, y eso era un alivio, no figuraba la cota que tuvimos que subir el año pasado y donde casi el 60% de los inscritos abandonamos...

Y, a las 12:05 (5 minutos más tarde del horario previsto debido a un fallo en el suministro de la corriente eléctrica) se daba inicio a una salida en las que 150 valientes íbamos a desafiar un año más al DESIERTO DE LOS MONEGROS...

Empecé igual que el año pasado, trote alegre, a mi ritmo e intentando aislarme lo máximo posible del resto de corredores, creo que en este tipo de carreras cada uno debe ir a su ritmo, si vas lento perjudicas al otro y si vas rápido a ti, y así te pasas todo el tiempo, pensando en que es lo que debes hacer, y ahí fue cuando me acorde de las palabras de Miguel escritas anteriormente. Ellas hacía referencia a una observación que le hice de que este año habían traido gente muy "buena" para intentar darle caña, y por eso el me dijo que no podia "badar" este año, y yo pensé, ¡coño! por qué no te las aplicas a ti? y eso fue lo que hice... deja de hacer fotos, deja de dar conversación, se educado y solidario... pero piensa para qué y por qué te has entrenando tan duro estos meses...

Y es que han sido 22 semanas en las que entre rodajes largos, cortos, a ritmo, series, cinta, competiciones, montaña, playas, asfalto... he sumado más de 1500 kms, sesiones de gimnasio, de natación, de bicicleta, estiramientos, SPA,... y todo ello dirigido magistralmente por Dani Salas, gracias a ti (a él) he conseguido ser finisher en una de 76 km (Formentera) y he cumplido el objetivo que le propuse cuando una mañana desayuné con él es S'Aigo Blava para proponerle que me guiara en esto de entrenar... Acabar la IDM.

Volviendo a la carrera, el sol no pegaba tan fuerte y unido al cierzo que soplaba de cara, la sensación de "bienestar" era hasta agradable, pero al mismo tiempo engañosa y traicionera, yo sabía por experiencia que debía usar toda el agua y bebida isotónica que nos dieran, y que beber era más importante que comer, como así fue, y la primera sorpresa que me encontré es que al llegar al C1 volvía a haber mucha agua no utilizada... Así que, yo seguí con mi plan preestablecido, me bebí toda la que llebaba y rellené los bidones con la que me daban (1,5 litros).

Parada corta y a seguir, y aquí empezó el primer contratiempo que tuve, la comida (o mejor dicho la ingesta de geles y barritas), no había tenido ningún problema en los entrenamientos, los asimilaba bien, incluso me gustaban, pero el sábado, después del primer gel, la barrita ya no quiso entrar, el segundo gel tuvo problemas y el tercero se negó... así que teníamos que pensar en un plan B (y menos mal que lo tenía) dos sanwiches de pavo, unas cuantas avellanas, unos pocos orejones, 2 bolsas de gominolas y las pastillas de sal... y con eso afrontar 119 km... pero como he dicho antes, lo importante era estar bien hidratado, y eso lo cumplí a rajatabla.


Todo esto me sobró, así que tengo para seguir entrenando, jejejeje...

Hasta el km 60 muy bien, corriendo la gran mayoría del tiempo, sólo andaba rápido en los pequeños repechos que había, y es que después de subir trotando el primero, me di cuenta que si lo hacía andando, recuperaba y podía aumentar en el llano o la bajada, y así lo hice, fueron 60 km muy divertidos, en los que adelanté a varios corredores, y aquí aprendí (o mejor dicho) me percaté de una cosa que no había visto hasta ahora, y es que yo corro distancias ULTRA, porque no se orientarme, y me da mucha rabia que la gente acorte, que se fije en el que va delante y que no siga las marcas que la organización sitúa en el camino, y es que por ganar una o dos posiciones y no hacer todo el recorrido... esto no es una carrera de orientación.

Y aquí, en el kilómetro 60 es cuando empezó mi calvario, noté como una molestias en la base de los dedos del pie, pero no le di importancia, nunca había tenido ampollas, pero algo se estaba cociendo debajo de mis calcetines, y nunca mejor dicho, así que, me tomé un ibuprofeno y empecé a andar más que correr, los controles 4 y 5 se me hicieron eternos, el objetivo que me había marcado por entonces era llegar al C5 sin frontal, había empezado a correr en las pistas y seguía andando por los senderos (cada piedra que pisaba iba al mismo sitio), y lo logré porque no me lo puse, porque entré a oscuras, jajajaja...


Así tengo las plantas de los pies 48 horas después


Una vez aquí y con la noche ya entrada me quedaban 44 km por delante, y aquí fue cuando se me pasaron los 25 km más rápidos de la carrera, y es que al oír una voz que decía "pas per enmig" y ver como una chica nos adelantaba a un grupo de tres que íbamos, dije, voy a ver si soy capaz de seguir  su ritmo, y al principio me costó, pero luego, y sin decirnos nada, parecía que estábamos cada uno en su mundo, empezamos a andar a 8'15'' el km, adelantando a grupos de gente que poco a poco iban cayendo.

Los 12 km que separaban el C5 del C6 fueron rápidos y se me pasaron volando, hasta que a la llegada al punto de control 6 la organización nos deparaba una antepenúltima sorpresa, una bajada de no más de 200 metros con un desnivel bestial, que a oscuras la hacía mas peligrosa, yo que iba medio dormido, me desperté de golpe, y como no hay ULTRA sin caída, pues aquí la tuve, sin más contratiempos, pero besé el suelo.

Los siguientes 13 km transcurrieron sin contratiempos, las temperaturas ya habían bajado, y el ritmo de andar de mi "misteriosa" compañera y yo había descendido a 9' el km, pero seguía siendo una andar rápido y únicamente interrumpido por las continuas paradas para buscar algunas de las señalizaciones que no eran tan visibles como nos dijo la organización, aún así, llegamos la C7.

Aquí tuve que parar más de la cuenta para cambiar las pilas al frontal, error por no salir con pilas nuevas, y mi compañera me dijo si me esperaba, segundo error por decirle que no, que siguiera, que luego la alcanzaría, entre que me quedé solo y que paré casi 10 minutos, las plantas del pie se enfriaron y me costaba  dar un paso, y "sólo" me faltaban 20 km para acabar, y lo que sí tenía claro es que lo iba a hacer sí o sí...

Y aquí fue cuando estuve casi 2 horas y media solo, esas dos horas me dieron para mucho, para pensar en todo lo que había hecho, para pensar en Nacho, para darme cuenta de que estaba a un paso de conseguir algo muy GRANDE para mi, pero al mismo tiempo tenía miedo, de no poder acabar, de desfallecer a pocos metros, de la noche... El anuncio ese del coche que alumbra árboles y parecen animales... es cierto, lo juro.

Y aquí fue cuando lloré por primera vez, lloré de la emoción de sentirme capaz de conseguir algo, y de que iba a cumplir una promesa, y nunca me olvidaré de una estrella fugaz que pasó en ese momento por el cielo, nunca...

Fueron 15 km de soledad, pero que siempre recordaré. Aquí me adelantó un chico (con el que llegué a la meta) y que juntos empezamos a andar hasta que la organización nos mostró su penúltima sorpresa, de repente, dejamos la pista principal y nos adentran por un campo bastante mal señalizado y que supuso que perdiera casi 3' por km, en parte lo agradecí, los pies ya no daban para más, pero la angustia de no encontrar el siguiente punto hizo que llorara por segunda vez, pero esta vez por miedo a no acabar...

Y después de casi una hora para hacer 5 km, llegamos a una pista ancha que una vez arriba nos enseñaba las carpas del campamento a escasos 200 metros, y aquí llegó la última sorpresa, en vez de ir en línea recta, que yo tenía entendido que era la distancia más corta entre dos puntos, pues no, un rodeo de 1,5 km con una bajada y una subida que después de 116 km se hicieron el Tourmalet, pero guardamos fuerzas de donde no había, para los últimos 300 metros entrar corriendo y llorar por tercera vez... Entraba en meta con los primeros rayos de sol, la idea en un principio era acabar antes de que amaneciera, pero mi amigo quería ser testigo de lo que estaba ocurriendo, después de tantas horas juntos, no podíamos acabar sin vernos.

Lo había conseguido, un año después me había sacado la espinita de Los Monegros 2011 y oficialmente podía decir que era FINISHER del IDM Los Monegros 2012, el sol había sido mi amigo... y lo más importante, Nacho tenía mi humilde pero sincero homenaje, no podía fallarle... #vaportiNacho, ha sido un placer y todo un orgullo el haber dedicado esta carrera a Nacho, gracias por dejar que lo hiciera.

Había acabado, ahora sólo quería una ducha, y hacia allí me dirigía, y cómo no, si el agua nos la daban a temperatura ambiente, la ducha no iba a ser menos, así que os podéis imaginar cual es la temperatura ambiente a las 6 de la mañana... Sin comentarios...

Gracias a todos los que me habéis apoyado, directa e indirectamente, gracias a MALLORCA TRAIL, no voy a decir nombres para no olvidarme de ninguno, jejeje, pero gracias a todos/as de cada uno de vosotros/as por esas conversaciones de whatsapp que se hacen eternas y si te descuidas pierdes el hilo. Gracias a Dani por haberme entrenado, prometo seguir haciéndote caso en todo lo que me mandes, jejeje... Gracias Barquero, por esa entrada en tu blog sobre el Marathon de Nueva York, eso fue lo que me impulsó a correr, y hasta aquí... Gracias Jose Manuel, tu frase "si te duelen las piernas andando, corre que llegarás antes" la llevo dentro, y gracias a todos los que me habéis mandando algún mensaje de ánimo y apoyo, sois muchos y me dejaría a alguien, así que gracias a todos.

Y a ti, gracias por la mochila, por todos y cada uno de tus consejos y tirones de orejas, y por ser mi "Pepito Grillo"... GRACIAS

Y por último, gracias Nacho, por acompañarme durante 18 horas 16 minutos y 16 segundos por el desierto de Los Monegros.



PD.: Esto no acaba aquí... #vaportiNacho

2 comentarios: